LTE-M, que significa Comunicación de Tipo Máquina Evolución a Largo Plazo, es una red celular 4G especializada diseñada específicamente para el Internet de las Cosas (IoT). Ofrece dos versiones principales: Cat-M1 y Cat-M2.
Estas Redes de Área Amplia de Baja Potencia (LPWAN) proporcionan conectividad rentable y eficiente para aplicaciones IoT. A través de características como el Modo de Ahorro de Energía (PSM) y la Recepción Discontinua (DRX), los dispositivos LTE-M pueden lograr una duración de batería de 10 años o más.
LTE-M es una rama de la tecnología LTE creada para la comunicación de Máquina a Máquina. Permite que los dispositivos IoT transmitan y reciban grandes cantidades de datos mientras minimizan el consumo de batería, a diferencia de las redes 2G, 3G y 4G.
Especificaciones principales de LTE-M
Consumo de energía: A diferencia de las redes celulares tradicionales diseñadas para teléfonos inteligentes, LTE-M aborda los requisitos energéticos únicos de los dispositivos IoT. Elimina el drenaje de batería causado por actualizaciones de ubicación frecuentes, permitiendo que los dispositivos "duerman" cuando no están en uso. Además, LTE-M incorpora una Recepción Discontinua extendida (eDRX), lo que aumenta los intervalos para revisar la radio y reduce el consumo de energía.
Cobertura: Las redes LTE-M/Cat-M1/Cat-M2 pueden aprovechar la infraestructura existente de 4G LTE, lo que les da una ventaja significativa. Dado que más del 50% de las conexiones móviles globales utilizan redes 4G, con una proyección de cobertura del 95% para 2026, LTE-M ofrece una amplia cobertura y una mejor penetración en interiores. Su Pérdida Máxima de Acoplamiento (MCL) de 156 decibelios (dB) proporciona una robusta intensidad de señal, incluso en presencia de obstáculos.
Velocidad: Aunque LTE-M no es tan rápido como LTE, su velocidad de datos de 1 Megabit por segundo tanto para transmisiones de subida como de bajada supera a redes más antiguas como 2G y 3G (UMTS) y otras LPWANs. Para la mayoría de las aplicaciones IoT, esta velocidad es más que suficiente, permitiendo tareas como actualizaciones Over-the-Air (OTA) y transmisión de video.
Movilidad: Con baja latencia de 10-15 milisegundos y soporte para transferencias entre celdas, LTE-M es ideal para aplicaciones IoT móviles como el rastreo de activos, dispositivos de gestión de flotas y dispositivos portátiles. Asegura una conectividad continua y un rendimiento confiable mientras está en movimiento.
LTE-M vs. NB-IoT: Comparación de tecnologías
LTE-M:
Velocidad máxima de subida: 1 Mbit
Velocidad máxima de bajada: 1 Mbit
Latencia: 10-15 ms
Pérdida máxima de acoplamiento (dB): 156
Ancho de banda: 1.4 MHz a 5 MHz
NB-IoT:
Velocidad máxima de subida: 127 Kbit
Velocidad máxima de bajada: 159 Kbit
Latencia: 1.6-10 s
Pérdida máxima de acoplamiento (dB): 164
Ancho de banda: 180 KHz