La pila IoT comprende todos los elementos tecnológicos necesarios para el funcionamiento de un dispositivo IoT, formando un ecosistema en el que cada componente influye e interactúa con los demás. Puede variar de una estructura a otra, pero básicamente comprende: hardware, datos de sensores, transporte de datos, datos en la nube y capas en la nube.
En el mundo del IoT, el funcionamiento incluso de los dispositivos más básicos depende de diversas tecnologías. Estos dispositivos utilizan sensores, actuadores y ordenadores, y los datos que recogen se transmiten a través de redes a otros dispositivos o aplicaciones, y viceversa. En conjunto, este complicado ecosistema se conoce como pila IoT, y su composición puede variar significativamente de un dispositivo IoT a otro.
Imagínatelo como una serie de capas interconectadas, cada una de las cuales representa una categoría de tecnología. Aunque no existe un estándar universal para estas capas, podemos asumirlo de la siguiente manera:
La capa de hardware abarca los componentes físicos del dispositivo IoT, como sensores, placas base, módulos, actuadores, tarjetas SIM y antenas. Estos componentes determinan qué datos puede recoger y procesar el dispositivo, así como qué firmware y protocolos puede emplear. A medida que evoluciona el panorama del IoT, las diferentes iteraciones del dispositivo pueden requerir hardware actualizado para soportar software y capacidades avanzadas.
El transporte de datos implica un flujo de datos bidireccional y sin fisuras entre los sensores y la nube. El IoT abarca varios elementos, entre ellos las capas física y de enlace de datos, con tecnologías de acceso como LPWA y tecnologías basadas en IEEE 802.15.4 como Zigbee. Los elementos de red, como IP, se encargan del enrutamiento de los paquetes de datos. Los datos se transmiten mediante diversos protocolos de transporte como TCP, UDP, MQTT y CoAP, adaptados para satisfacer requisitos específicos de las aplicaciones IoT.
La capa de datos en la nube gira en torno a la agregación de datos, la supervisión de los parques de dispositivos, el análisis, el mantenimiento y la mejora de la eficiencia. En el sector tecnológico, incluido el IoT, se observa una tendencia predominante a la "plataformización", que permite desarrollar y utilizar fácilmente aplicaciones IoT para dispositivos. Las plataformas de gestión de dispositivos y de gestión de datos, como Amazon IoT Core, Google IoT Core y Microsoft Azure IoT Hub, desempeñan un papel importante en esta capa.
La capa de la nube se centra en crear valor a partir de los datos haciéndolos accesibles, inteligentes y procesables. Las plataformas de los fabricantes de dispositivos, las aplicaciones, las soluciones de terceros y la hiperescala de la nube contribuyen a lograr este objetivo. Las plataformas de habilitación de aplicaciones y las plataformas de soporte de conectividad, como AWS IoT Core, ejemplifican componentes destacados de esta capa.
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